domingo, 21 de abril de 2013

Adaptación teatral de La Pérgola de las Flores


PÉRGOLA DE LAS FLORES 


Adaptación realizada por: Dayana Ávila A
                                        Geraldin Contreras V
                                        Sebastián Muñoz C

                                   
Escena I
LA PERGOLA DE SAN FRANCISCO
La Pérgola, a mediodía: se ven las torres de San Francisco y la pila de agua entre los kioscos, tal como estaba en los  años 30. Las floristas en sus puestos: ROSAURA, mediana edad, alegre, dominante, simpática; RAMONA, más vieja, pequeñita, chismosa, vivaracha, beata; CHARO, gordita, romántica, mediana edad, más calmada y muy  risueña; RUFINO, el maestro coronerò, simpático, borracho, flojo, mediana edad.
Junto con terminar la obertura musical, se abre la cortina y, además de estos personajes, hay varias vendedoras en los puestos y vendedores ambulantes, lustrabotas, suplementero, y otros personajes callejeros, parejas, señoras,  etc., que cantan junto con las de la Pérgola la primera canción:
CANCIÓN
La Pérgola de las Flores
FLORISTAS. ¿Quiere flores, señorita, quiere flores el señor?
Tengo rosas muy bonitas para cualquier ocasión.
Las hay blancas como novias, las hay rojas de pasión
y unas algo paliditas cuando es puro el corazón.
¿Quiere flores, señorita, quiere flores el señor?
CORO. (TODOS) ¿Quiere flores, señorita, quiere flores el señor?
Tengo rosas muy bonitas para cualquier ocasión.
RUFINO. Una fresca coronita pa un amigo en el panteón
y una de cardos y espinas  pa la suegra del patrón. (Todos ríen)
CORO. ¿Quiere flores, señorita, quiere flores el señor?
LUSTRABOTAS. Lustriamos, lustriamos; señor, le lustriamos.
Lustriamos, lustriamos; señor, le lustriamos
SUPLEMENTERO. ¡Mercuuuuuuurio y Diarioo!
LUSTRABOTAS. Lustriamos, lustriamos.
SUPLEMENTERO. ¡Mercuuuuuuurio y Diarioo!
LUSTRABOTAS. Lustriamos, lustriamos. ¡Sácale brillo, sácale brillo,
sácale brillo con el cepillo! ¡Pásale paño, pásale paño,
pásale paño, que no hace daño! (bis)
CORO. ¿Quiere flores, señorita, quiere flores el señor?
Tengo rosas muy bonitas para cualquier ocasión.
Las hay blancas como novias, las hay rojas de pasión
y unas algo paliditas cuando es puro el corazón.
¿Quiere flores, señorita, quiere flores el señor?
(Se escucha el cañonazo de las doce en el cerro Santa Lucía.)

Escena II
LUSTRABOTAS. ¡La Carmela! (Varios la nombran).
(Entra la Carmela con canastos: es una huasita de trenzas y sombrero campesino de paja. Viste en forma peculiar y graciosa, botines, medias de algodón. Es bonita y alegre. Canción y baile de la Carmela y elenco.)
CANCIÓN
Yo vengo de San Rosendo

CORO. Carmela, Carmela,
llegas a la ciudad
con la cara sonriente,
¡ay, qué felicidad!
I
CARMELA. Yo vengo de San Rosendo
a vivir a la ciudad; allá la vida es muy sana,
pero nunca pasa na. (bis)
Se trabaja todo el día,
se duerme al anochecer
y apenas clarea el alba
trabajamos otra vez..., ¡ay!
Yo vengo de San Rosendo
a vivir a la ciudad.
CORO. Carmela, Carmela,
llegas a la ciudad
con la cara sonriente,
¡ay, qué felicidad!
II
CARMELA. Me han dicho que aquí en Santiago
se trabaja poco y na,
y que dicen cosas lindas
si una va emperifolla, (bis)
Allá cuando te acicalas
para llamar la atención,
llega un huaso bien ladino
y te planta un empujón... ¡ay!
Yo vengo de San Rosendo
a vivir a la ciudad.
CORO. Carmela, Carmela,
llegas a la ciudad
con la cara sonriente,
¡ay, qué felicidad!
III
CARMELA. El campo en noche de luna
no tiene comparación,
pero un besito al oído
¡ay, mamita, qué emoción!... (bis)
De allá vengo bien gordita
y quemadita de sol;
aunque quede transparente,
quiero que me hablen de amor..., ¡ay!
Yo vengo de San Rosendo a vivir a la ciudad.
CORO Y CARMELA.
Carmela de SanRosendo
¡ha llegado a la ciudad!

(Entra Facundo, el carabinero, y detiene con su mano a Carmela.)

FACUNDO. ¡Queda detenida! (Tomasito se interpone, defendiéndola.)
TOMASITO. ¡Epa! ¡No moleste a la señorita!
FACUNDO. ¡A la comisaría! Por desorden en la vía pública: por culpa de ella chocó un
vehículo contra un poste; hay dos damnificadas.
TOMASITO. Reclámeles a ellas, las que se estrellaron: soy testigo de que la señorita no
tiene nada que ver en el choque.
CARMELA. Total, traía unas aves de San Rosendo y con tanto bocinazo me le espantaron,
pues.
FACUNDO. El choque fue causado por las aves, que se atravesaron en la vía pública.
CARMELA. ¡Ave María...! (Ve a Rosaura) ¡Madrina!
ROSAURA. ¡Chiquilla! (Se abrazan). Tan preocupada que me tenías. Y la media zalagarda que armaste, niña.
CARMELA. Me quieren llevar presa, madrina... (Todos se acercan).
ROSAURA ¡Pero si es don Facundo! (Zalamera). Esta es mi ahijadita que viene del
campo, pues, don Facundo
Escena III

CANCIÓN
Campo Lindo
I
TOMASITO. Tengo mi rancho en el cerro,
entre un sauce y un rosal.
Tengo mi perro el Fortuna
y mi caballo alazán.
Tengo un arroyo que canta
cuando me riega el trigal,
pero no estoy muy contento
pues no tengo a quién amar.
(Estribillo) Campo bueno, campo bueno,
es mi tierra a trabajar.
Pero cuando tenga dueña
campo lindo lo voy a llamar.(Bis)
II
Tengo en mi rancho del cerro
todo lo que es menester.
Tengo silencio en la noche
y trinos de amanecer.
Tengo la luna en mi puerta
cuando quiero platicar.
Pero no estoy muy contento
pues no tengo a quién amar.
(Estribillo) Campo bueno, campo bueno,
es mi tierra a trabajar.
Pero cuando tenga dueña
campo lindo lo voy a llamar.(Bis)

(Cantan partes a dos voces y luego el estribillo final. Después de una pausa, Carmela se aleja algo y baja los ojos, pudorosa.)

TOMASITO. Ya lo sabe, entonces.
CARMELA. ¿Qué cosa?
TOMASITO. No tengo dueña. Así es que estoy pensando en casarme.
CARMELA. (Para sí). Esa fue indirecta... (A él). Claro, pues. Ya tiene edad.
TOMASITO. Y situación.
CARMELA. Y situación.
TOMASITO. Cuando la vi llegar a la Pérgola, ¡más deseos de casarme me entraron!
CARMELA. ¡Huy! ¿Tan de repente?
TOMASITO. Así soy yo. ¿Me acepta una "bilz"?
CARMELA. Rogada no soy, con el favor de Dios... (Va a salir con él y se detiene porque entra Rosaura).
ROSAURA. ¡Carmela!
CARMELA. (A la manera graciosa campesina). ¿Mande?
ROSAURA. Ven para acá, niña. Hay que hacerle pelea al proyecto de demolición. (A él).
Usted, Tomasito, podría ir a la Federación de Estudiantes. (El no se mueve).
¡Hasta lueguito! (Tomasito se aleja, molesto). Oye, Carmela, ¿ves esa ventana? Es la del taller del hijo del alcalde: es pintor y te quiere sacar retratada.
CARMELA. ¡Ave María!
ROSAURA. Y del alcalde depende la cosa. ¿Entendís? (Saliendo con ella). Esa es buena
cuña, pues...

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